Por:
Emilio Pino Salinas
Escribió Juan Villoro
en una ocasión, que los superclásicos son la navidad del fútbol y que ese
anhelo casi siempre supera los resultados y “durante meses, los hinchas
imaginan goles con la desmesura de los niños que piden una playstation a Santa
Claus a cambio de galletas para los renos que llegarán cansados” y esa navidad
del fútbol se vive en miles de países
hasta en el más recóndito rincón del mundo; las hinchadas y los
jugadores se preparan de forma muy especial, los nervios aumentan más de lo
normal y cada partido tiene su magia, los medios de comunicación hablan de
ellos y uno que otro no aficionado al fútbol ese día del superclásico estará
atento al televisor y, en Venezuela sucede lo mismo, nuestro fútbol también
vive de los clásicos. Desde el año dos mil se ha desatado una rivalidad sin
cuartel entre el Caracas Fc y el Deportivo Táchira, tanto así que ha sido
bautizado como el clásico moderno del fútbol venezolano.
El acontecimiento que
concretó esta rivalidad fue en la final de la Copa Bolivariana (actual Copa
Venezuela) del año 2000, el Caracas FC se coronó campeón en Pueblo Nuevo y Alexander
“El Pequeño” Rondón jugador del conjunto rojo, pateó a un fanático del Táchira
desatando una serie de disturbios que terminó con el incendio del autobús que
transportaba a los Rojos del Ávila, un triste hecho para la génesis de un
fenómeno deportivo como lo es un clásico (pero el primer encuentro de estas dos
oncenas en futbol profesional fue el 14 de julio de 1985, donde Táchira venció
1-0 de visitante al antiguo
estadio de los Rojos del Ávila El Brígido Iriarte) ; no obstante desde ese día en Pueblo Nuevo del año dos mil lo que
se ha escrito en la historia de estas dos escuadras ha sido grande, así
como finales de infarto, ellos se han
enfrentado cuatro veces en instancias finales, 2 en Copa Venezuela y 2 en el
torneo local y cada una ha provocado una emoción hasta el último minuto; en la final del torneo 2007-2008, terminó con
empate a 1 en la ida y sin goles en la vuelta, llevándose el campeonato
absoluto los andinos, alcanzando su sexta estrella en la
historia o en el 2010 en que el Caracas FC venció 1-0 en la ida y en la vuelta goleó 4-1 consiguiendo su
copa número 11 en Pueblo Nuevo.
Otro aspecto fundamental, en los clásicos y está presente en el Caracas y
Táchira, es la afición, las hinchadas, las barras, en fin, los fanáticos,
en este tipo de choques el jugador
número 12 es primordial (el termino jugador número 12 fue acuñado en Argentina)
y vuelvo a citar a Villoro cuando dice
que el jugador número 12 “No está ahí para ver un partido, sino para
jugarlo con sus gritos”. Una de los aspectos que ha mejorado mucho el fútbol
profesional venezolano es la fanaticada, recodamos años en que los estadios
eran terrenos desiertos y ahora cada equipo tiene sus barras, viajan a cada
estado del país, se organizan como nunca antes, aunque lo negativo pareciera no
acabarse cuando vemos actos violentos que empañan un bonito espectáculo, sin
embargo tenemos la fe estas escenas violentas quedaran en el pasado, pero es
que esa pelota generan una euforia sin límites que hasta los pacientes y
controlados se desatan sin control, son cosas del fútbol. Y otra cosa del
fútbol: es el Carcas vs Táchira, ese es nuestro River- Boca, nuestro Barcelona-
Madrid, vivámoslo como nunca, defendámoslo, cultivo esta historia por el bien
del fútbol nacional…
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